Hay tres cosas que nunca se me olvidan cuando pienso en La Banda Trapera del Río, la primera es una piedra que pasó muy cerca de mi y que iba dirigida hacia el escenario del mítico Vértigo de Castelldefels donde La Banda Trapera del Río ofrecía su primer concierto después de su largo periodo de ostracismo, el Tio Modes no tuvo muchos problemas para esquivar el proyectil con su sonrisa perenne y su infinita delgadez. Cuando me giré para pedir explicaciones me encontré con un chaval absolutamente fuera de sí y que con ojos llorosos me dijo "yo también soy de los bloques verdes".
La segunda cosa que no olvido ocurrió horas después, como éramos muy jóvenes y sin dinero teniamos que esperar a las 6:30 de la mañana para coger aquellos autobuses amarillos que nos llevaban a casa. Mientras dormitábamos sobre la barra apareció la sonrisa perenne del Tio Modes diciendo "me firmas el disco, amigo", no me lo podía creer, llevaba en sus manos el vinilo "Guante de guillotina" que su sello acababa de darle esa misma noche (segundo disco de la trapera que se grabó en el 82 pero que se publicó en el 93 coincidiendo con su regreso a los escenarios). Creo que la dedicatoria no estuvo a la altura pero él lo agradeció tiernamente.
La tercera ocurrió hace mucho menos tiempo, durante un viaje a Porto a donde íbamos a tocar con el grupo. Saqué una reedición en CD de sus dos primeros discos mientras descansábamos en una gasolinera y sugerí que podiamos escucharlo en la furgoneta, una mano cogió el CD y lo lanzó a un charco de gasolina fingiendo un accidente, tuve que sufrir la ignominia de toda la expedición "del Pop" que reía y reía. Recuerdo que no dejé de insultarlos durante el resto del viaje.
Si hubieran nacido en Madrid en lugar de Cornellà posiblemente nunca tendría que haber recogido aquel CD en el charco de gasolina.
No dejéis de leer 'Escupidos de la boca de dios' de Jaime Gonzalo y que edita Munster.
Un Saludo.
15/5/08
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